Muchas de las familias que llegan a los hospitales de Buenos Aires a la espera de un trasplante lo hacen sin un lugar donde alojarse y, en la mayoría de los casos, sin cobertura médica. En esta nota, tres historias de vida dan cuenta de una problemática mayor, la del desarraigo y la desintegración familiar.
Esta nota fue publicada por LA NACIÓN REVISTA el domingo 3 de mayo de 2009; lee la nota completa acá
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